Reconoce tú sombra (II)

Cómo comentaba en la publicación anterior, reconocer nuestra sombra es sencillo si prestamos atención a las claves que ella nos da día tras día. ¿Alguna vez te ha pasado que hablando con alguien has reaccionado de forma negativa o le has dado una mala contestación sin saber porqué y luego te has arrepentido? Pues ese "no saber porqué", esa reacción nos está inicando que en ese momento ha habido algo a lo que hemos reaccionado que no aceptamos de nostros mismos. Es una reacción impulsiva, esa pérdida de control momentáneo o esa mala contestación que ha surgido de la nada y sin saber porqué, desvela que en lo más profudo de ti se esconde una parte de tú personalidad que es totalmente distinta a lo que tú eres en realidad. Ante esta actitud incontrolable lo mejor que podemos hacer es empezar a pensar en cómo reconocer a ese yo que está sumergido, olvidado y que hemos negado dentro de nuestra mente inconsciente, una sombra que se oculta manteniendo vivos todos nuestros verdaderos instintos y emociones reprimidas, nuestros secretos más oscuros, esos impulsos primitivos que consideramos que son inaceptables, esos pensamietos vergonzosos, pecaminosos e incluso malvados como la ira, celos, odio, codicia, engaño o egoísmo, debemos reconocer nuestra sombra para poder trabajar con ella, aceptarla y poder integrarla. 

Reconocer que hay algo dentro de nosotros y que no somos conscientes no es tolerable para la mente consciente ya que la mayoría de las personas creemos tener todo bajo control, creemos que no hay nada que no nos guste en nuestra personalidad, pero hay partes que son rechazadas sin saberlo. Reconocer la sombra no es malo, es una oportunidad para conocerte más a ti mismo, nuestra mente consciente miente y finge que la sombra no existe, pero la realidad es que aunque lo intentemos es algo que nunca podremos eliminar, simplemente de nosotros depende si la seguimos manteniendo en la oscuridad mientras se hace más fuerte o la sacamos a la luz para poder integrarla y encontrar nuestro propio equilibrio. Por ejemplo, una de las sombras más comunes son aquellas personas que juzgan a los demás sobre todo si es por un impulso. Esta señal nos indica que la sombra cree que es inteligente, cuando juzamos o criticamos a otras personas por su aspecto, su forma de actuar o por sus gustos mediante un impulso nos avisa de que a nosotros no nos gustaría ser criticados ni juzgados de esa forma, por eso nosotros nos lanzamos a hacerlo, porque creemos ser más inteligentes y así no corremos el riesgo de que seamos nosotros los criticados o juzgados. Esta sombra nos habla del miedo a no ser aceptados y de nuestra inseguridad. Esta inseguridad además refleja nuestros defectos en los que los demás, podemos verlo cada día más sobre todo en redes sociales, los denominamos trolls o haters, personas que se esconden detrás de una pantalla con un perfil falso y que lo único que hacen son comentarios a otras personas para hacerlos sentir estúpidos o insultarlos como si fueran inferiores, aquí lo que se demuestra es la gran inseguridad de esas personas, están reflejando en sus comentarios todo aquello que odian o rechazan de ellos mismos (también esto es un caso muy generalizado, después a este tipo de personas hay que hacerles un estudio exahustivo para ver de donde viene exactamente ese comportamiento porque detrás de esa inseguridad siempre hay mucho más).

Otra de las sombras más comunes es hacerse la víctima. Personas que no aceptan sus defectos o debilidades, crean una imagen de inocente porque no asumen sus responsabilidades, de esa forma pueden manipular una situación o a las personas sin tener que enfrentarse a sus demonios internos. En algunas ocasiones nos encontramos con todo lo contrario, personas que están dispuestas a lo que sea para conseguir sus propósitos: mienten, engañan o pisotean a quien sea con tal de salirse con la suya y engordar su ego. En la mayoría de las ocasiones estas personas suelen hacerlo con personas que no se pueden defender o que quizás en ese momento de sus vidas les ha pillado en una etapa de debilidad emocional. En estos casos la sombra os habla de que necesita pisar a los demás para poder compensar sus carencias afecticas, sus sentimientos de frustración e impotencia. Sombras hay tantas como personalidades y seres humanos, pueden haber dos parecidas, pero nunca serán totalmente iguales. Podemos encontrar personas que suponen como serán las personas según su apariencia, raza, sexo o su religión creando prejuicios tóxicos y estereotipos destructivos que no nos ayudan porque cuando se ponen de manifiesto entran en conflicto con la ética y la moral colectiva. Podemos encontrar a personas con dinero o con un estatus social alto que tienen un comportamiento inapropiado, son groseros y hacen sentir mal a otras personas que creen que son inferiores, aquí la sombra dictamina falta de amor y cariño, una persona que no ha tenido la atención que necesitaba en su infancia y ha sido comprado probablemente con todo lo que pedía para rellenar ese hueco emocional que le falta. Otras creen que todo lo que dicen o hacen es lo correcto, o que lo que hacen es por el bien común, para ayudar a los demás o salvar a la gente, esta es una manifestación de la sombra más espiritual. Pero en definitiva, todos tenemos una o más de una sombra. 

Cómo puedes ver hay muchas maneras de reconocer nuestra sombra, simplemente hay que prestar atención a nuestro comportamiento ycuando vemos que algo falla, o que tenemos actitudes que no son habituales en nosotros debemos hacernos las preguntas adecuadas para llegar hasta el fondo de nuestro interior para poder reconocer esas sombras e integrarlas. 

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