Aceptación


Aceptación es todo aquello que nos cuesta aceptar y que no nos gusta de nosotros mismos porque realmente no se corresponde con las expectativas que habíamos puesto. Es no aceptar la realidad de la vida que estamos viviendo, eso nos lleva a sufrir, que es el resultado de no aceptarse. La aceptación no es resignación, simplemente es admitir y afrontar las situaciones de la vida que nos ha tocado vivir para poder crecer personalmente. 

Cuando no estamos satisfechos corremos el riesgo de pasarnos la vida esperando a que llegue algo mejor cuando en realidad no estamos viviendo las oportunidades que tenemos frente a nosotros, creemos que seremos más felices cuando todo cambie, pero subestimamos que la felicidad depende de nosotros y que cuando no nos aceptamos, seguimos buscando la aceptación el los demás y en las cosas que hacemos. La aceptación nos ayuda a llevar una vida de forma menos estresada, cuando nos aceptamos abrimos la puerta a cambiar nuestra situación para ser feliz. En ocasiones creemos haber superado situaciones que nos angustian y simplemente lo que hacemos es apartarlas en un rincón bien escondidas donde más tarde vuelven a surgir. 

Por eso la aceptación es uno de los primeros trabajos de sombra que el ser humano tiene que hacer consigo mismo en introspección. Es decir, se trata de que la persona comprenda la realidad tal y como es y no como le gustaría que fuera o hubiera sido, a esto se le llama aceptación incondicional, favorece la empatía y la seguridad en nosotros mismos, pero también con los demás para poder hacer relaciones saludables. Pero para trabajar la aceptación primero hay que conocerse a uno mismo: preguntarte, cuestionarte, quererte, respetarte... El camino hacia la autoaceptación es un camino difícil, como en todos los trabajos de sombras, donde durante ese camino vas a encontrar probablemente, cosas que no te van a gustar de ti e incluso puede que te sientas incomodo habiéndolas descubierto. 

La vida nos pone en situaciones que nos crean miedos, bloqueos o frustraciones y de nosotros depende aceptar que las cosas tenían que ser así porque debíamos aprender algo en nuestro camino y a otra cosa, porque cuando no lo aceptamos es cuando en nosotros nos crea esos trastornos psicológicos que no nos dejan avanzar. La aceptación nos abre las puertas para ser más felices, cuando nos aceptamos estamos restableciendo nuestro propio equilibrio interno, agradecer forma parte del sentimiento que nos va a ayudar a dar el paso para aceptarnos y comenzar a eliminar de nuestras vidas todo eso que en nosotros no deseamos, porque cuando nos aceptamos todo es mucho más sencillo, la mochila que llevamos a cuestas pesa mucho menos y entonces, es cuando nos enfocamos en nuestra propia autoestima y nuestro éxito.

COMO TRABAJAR LA ACEPTACIÓN

Lo primero y más importante es entender que aceptación no es resignación. Aceptarse es comprender la realidad de nuestra situación y aceptarla, esto requiere un trabajo duro de introspección, flexibilidad para conocernos interiormente, una apertura de mente y sobre todo estar dispuestos al cambio porque de no ser así realmente será bastante difícil cambiar. Otra de las cosas más importantes para trabajar la aceptación es tener claro que cualquier cosa que te produzca malestar en la vida se puede convertir en otra piedra que llevaremos acuestas y que nos pesará. Debemos analizar la situación para ver si podemos solucionarlo, si después de analizar bien la situación no podemos hacer nada para cambiarla simplemente nos queda aceptarla. Debemos aceptar la realidad de esa situación porque de lo contrario sufrirás más de lo que deberías. Luchar en contra de la realidad que te ha tocado vivir solo traerá a tu vida un desgaste emocional que te provocará bloqueos y quedarnos estancados, un desgaste de energía perjudicial para tu salud mental. 

Cuando negamos la situación porque no podemos o no queremos cambiarla y no la aceptamos, lo que hacemos es apartar a un lado aquello que nos preocupa o no aceptamos, estamos cerrando las vías que tenemos para que se produzca el cambio en nuestra vida, pero si observamos la situación e intentamos comprenderla, la aceptamos aunque no nos guste, ponemos en movimiento el mecanismo para empezar a sanar, para empezar a trasformarnos, porque de no hacerlo nuestro dolor termina convirtiéndose en dolor y desesperación, nos engañamos a nosotros mismos con la consecuencia de que creamos nuevos miedos internos. Hay que permitirse, eliminar los juicios y las críticas, dejar de preguntarnos el porqué de aquello que no nos gusta, preguntarnos para que o porque estamos viviendo esa situación, aceptar el dolor y reconocerlo para empezar a conectar con tus emociones y empezar a sanar, no te reprimas, trabaja tus miedos, el sufrimiento es inevitable y tener pensamientos negativos también, pero el sufrimiento no enseña, es una forma de aprender y debemos empezar a tomar distancia de esos pensamientos que tenemos enraizados que no dejan que abracemos la aceptación. 

Cuando no aceptamos, realmente lo que hacemos es dejarnos llevar por nuestros miedos, ya que no podemos decir no a algo que no existe en este mundo real, solo existe dentro de nosotros y lo que debemos hacer es aceptarlo para poder cambiar, pero para ello debemos aceptar las cosas tal y como son, no pensar en cómo nos gustaría que fuera. Aceptar no es resignación ni conformarse, es comprender y aceptar la sabiduría que te ayudará en tu crecimiento personal. A continuación el audio de reflexión para que puedan instaurar y trabajar en sus vidas la aceptación.



Licencia de Creative Commons

Comentarios

Entradas populares